Sunday, April 01, 2007

Me miras, te miro



Te sientas al otro lado
de una crisálida biselada
por el tiempo
y la redondez de sus formas.

Te miro absorta
entre pensamientos
que divagan entre
lo real y lo profano,
tratando de comprender
la línea fina que separa
al filósofo del poeta;
y al amante dormido
detrás de los hierros forjados
en su memoria.

Me miras,
a través de un lápiz que se suelta
y va bailando,
cayendo,
con la misma cadencia de las flores
cuando se acaba el verano.
Y es entonces cuando la iris
se posa sobre la almohada
y me despierto soñando
que me quedé dormida
posando mis ojos
sobre tus palabras.